Usted está aquí

CÓMO GESTIONAR EL MIEDO ANTE EL COVID-19

¿Sientes o has sentido miedo, rabia, tristeza….?

¿Te lo has permitido sin juzgarte?

¿Lo has compartido con los tuyos?

 

¿Sabías que las emociones, todas, las agradables y las desagradables –pues no hay emociones buenas ni malas- son innatas al ser humano, necesarias, y te permiten evolucionar y vivir como seres sociales que somos?

 

Ante una situación como ésta, en la que hemos sido expulsados de nuestra zona de confort – fuese más o menos cómoda, pero estábamos acostumbrados a transitar en ella -, hemos perdido nuestra libertad de movimiento, incluso algún ser querido, nuestro cuerpo reacciona para permitirnos seguir adelante.

 

Hoy vamos a tratar la Emoción de MIEDO.

 

El MIEDOnos protege del peligro, sea éste real o imaginario. Gracias al miedo nos quedamos en casa, nos lavamos las manos frecuentemente, cuidamos de los nuestros, …. La emoción del miedo, requiere una respuesta rápida y concreta, antes de que nuestro sistema consciente pueda analizar todas las variables. Una vez reconocida la emoción, aceptada y gestionada, ésta desaparece como tal, y nos empuja a unas nuevas conductas conscientes. 

 

¿Cuál es el problema entonces? 

Que la emoción se instaure en nosotros, se enquiste, no fluya, y nos mantenga en un estado constante de alarma, activando los neurotransmisores del estrés – como la adrenalina -,  desgastándonos hasta enfermarnos. 

 

¿Qué podemos hacer entonces? 

Reconocer esa emoción en nuestro cuerpo, aceptarla sin juzgarla – tener miedo no es de cobardes, ni de débiles -, y dejarla fluir. 

 

¿Cómo la dejamos fluir? 

Una vez la hemos reconocido y aceptado, una forma fácil de dejarla fluir es compartiéndola con las personas queridas, dándonos cuenta que a los demás también les pasa, y que juntos pondremos en marcha los mecanismos necesarios para encontrar la mejor solución posible a la nueva situación. Compartidlo con los vuestros, escuchadlos, retroalimentando el enfoque en soluciones, con actitudes proactivas, evitando diálogos internos que únicamente se enfocan en el problema. La escucha, por sí sola, es terapéutica. Hablad y escuchad desde el corazón.

 

¿Y si los nuestros no saben, o no se sienten cómodos expresando sus emociones?

Ayudémosles, invitándoles a expresarlas, mostrando nuestro interés genuino a escucharles. Empecemos a explicarles cómo nos sentimos, enseñemos con el ejemplo. Respetemos sus silencios, sostengamos sus lágrimas. Evitemos dar consejos, sencillamente, escuchemos y hablemos con el corazón.

Siéntete libre de compartir estas reflexiones, y realizar los comentarios que creas oportunos para que juntos podamos superar esta situación de la mejor forma posible.

Debido a problemas de configuración de la página, no se pueden insertar Comentarios sin ser el autor. Si quieres hacer algún comentario al respecto, puedes hacerlo al mail, y lo añadiremos: info@educaemocional.com

El próximo día trataremos la gestión de la RABIA.

 

Blanca Pérez

Psicóloga Coach

Colegiada 20990

www.educaemocional.com